Preparation Comprehension Interpretation Application Extension
HOME

El misterio y la fantasía

La literatura es ideal para imaginar mundos que van en contra de las leyes de la realidad. Para el escritor, no hay límites de la vida real: puede inventar los parámetros de los mundos que crea sin tener en cuenta las leyes del mundo físico que conocemos. El escritor puede unir la realidad y la fantasía para crear un mundo misterioso donde no es fácil distinguir entre los dos.

 

 

Ahora lee el cuento

<<Tiempo libre>> por Guillermo Samperio

Todas las mañanas compro el periódico y todas las mañanas, al leerlo, me

mancho los dedos con tinta . Nunca me ha importado ensuciármelos
con tal de estar al día en las noticias. Pero esta mañana sentí un gran malestar apenas toqué el periódico. Creí que solamente se trataba de uno de mis acostumbrados mareos

Pagué el importe del diario y regresé a mi casa. Mi esposa había salido de compras. Me acomodé en mi sillón favorito, encendí un cigarro y me puse a leer la primera página. Luego de enterarme de que un jet se había desplomado , volví a sentirme mal; vi mis dedos y los encontré más tiznados que de costumbre.

Con un dolor de cabeza terrible, fui al baño, me lavé las manos con toda calma y ya tranquilo, regresé al sillón. Cuando iba a tomar mi cigarro, descubrí que una mancha negra cubría mis dedos. De inmediato retorné al baño, me tallé con zacate, piedra pómez y, finalmente, me lavé con blanqueador; pero el intento fue inútil, porque la mancha creció y me invadió hasta los codos. Ahora, más preocupado que molesto llamé al doctor y me recomendó que lo mejor era que tomara unas vacaciones, o que durmiera.

Después, llamé a las oficinas del periódico para elevar mi más rotunda protesta; me contestó una voz de mujer, que solamente me insultó y me trató de loco.

1

En el momento en que hablaba por teléfono, me di cuenta de que, en realidad, no se trataba de una mancha, sino de un número infinito de letras pequeñísimas, apeñuscadas , como una inquieta multitud de hormigas negras.

Cuando colgué, las letritas habían avanzado ya hasta mi cintura. Asustado, corrí hacia la puerta de entrada; pero, antes de poder abrirla, me flaquearonlas piernas y caí estrepitosamente . Tirado bocarriba descubrí que, además de la gran cantidad de letras hormiga que ahora ocupaban todo mi cuerpo, había una que otra fotografía. Así estuve durante varias horas hasta que escuché que abrían la puerta.

Me costó trabajo hilar la idea , pero al fin pensé que había llegado mi salvación. Entró mi esposa, me levantó del suelo, me cargó bajo el brazo, se acomodó en mi sillón favorito, me hojeó despreocupadamente y se puso a leer.

 

 

 

 

 

 

2

 

 


Guillermo Samperio, Tiempo libre, en Cuentos breves latinoamericanos.
Coedición latinoamericana, México, 2002, pp. 98-99.

Continue with Comprehension